Dedicación a la tierra

Respeto por la naturaleza y compromiso ecológico

Cinco amigos

Somos cinco amigos con una pasión compartida – la tierra y el vino- y un compromiso profundo de respeto y admiración por el terruño y el medio ambiente.

En 2005 decidimos crear una micro bodega en Ribera del Duero, Dominio Romano. Teníamos la ilusión, las ganas, la inquietud para seguir aprendiendo de los grandes terruños de España y nos lanzamos a una nueva aventura que a día de hoy nos ha permitido aprender que, en la Ribera del Duero, el clima nos exige mucho, y al mismo tiempo nos lo da todo: vinos con carácter que transmiten su origen.

El Legado Vinícola del Valle del Duero

Hace miles de años, la cultura romana se integró con la tierra y el clima del valle del Duero, aportando su saber en el cultivo de la vid.

Fue esta influencia la que sentó los cimientos de lo que hoy, tras incontables vendimias, se materializa como una armonía perfecta: la combinación precisa de clima, tierra, variedad y manos expertas que capturan toda esta esencia en una botella.

Tras la visita de los mosaicos romanos de la villa de Baños de Valdearados, únicos en la Península Ibérica, esta cultura ancestral y milenaria nos inspiró para crear el nombre que da voz a nuestra bodega: DOMINIO ROMANO.

En 2005, la pasión por la viticultura y la inquietud por conocer y trabajar en algunos de los mejores terruños de España, nos llevó a emprender un nuevo proyecto en la Ribera del Duero, siguiendo las huellas de los primeros viticultores de la región y aceptando el desafío de elaborar vino tinto en el clima mas extremo de Europa para la vid.

Respeto por la tradición y el entorno

Para ello, seleccionamos meticulosamente los viñedos que mejor encarnan nuestra filosofía: cepas viejas de Tinto Fino plantadas en diversos rincones de la denominación, cultivadas en secano, mayoritariamente en el tradicional sistema de vaso y cultivadas de forma ecológica por nosotros y por agricultores amigos que comparten nuestra pasión por la viticultura.

El trabajo de Jordi en la bodega tiene un propósito claro: transmitir la esencia de la variedad autóctona Tinto Fino, aprovechando los mejores terruños de la región y manteniendo un profundo respeto por la tradición y el entorno.